16.8.05

lo casual causa

fotografia: roberto aguirre molina

En el viento del otoño, una pequeña laguna florecida: mayo. Azucenas amarillas y lirios del agua. Espinas blancas del aromo y la llovizna, fina, transparente, cual granos de arena helados de sal; cristales de piedras preciosas que se asoman y brotan desde más abajo que la altura. Ese soy yo. Son ríos; ríos de piedra. Son de río las luces violetas y pálido amarillo que brillan en el agua. Florecen en el barro de la playa a donde voy. En el que estoy. A donde voy. La huella. De barro. Tímidos brotes de gramilla en otros rastros. Pisadas. Huellas antiguas. Tallos recién cancelados de la semilla. Hacia la luz. Hacia la adventura de sobrevivir. Gramíneas, yuyos. Mojados por el. Silencio. Del aéreo temblor, manchas. De barro. Pisado.

La idea no era pastar luego de la ingesta mas o menos acomodaticia de lo sensorio y del esplendor inocente de los ojos de toro. Te miré justo cuando copiabas el movimiento de la cola corriendo a los mosquitos a pesar del frío, te miré de nuevo para que te dieras cuenta. La maquina cambiaba el zum, el timbal de climbatize marcó el rítimo, el gúfer crepó en 600 Alan Watts a los charcotes de la yubia. Sesperó conmigo (sacó el de de adelante), hizo clip! con la boca miramos la imagen de nosotros en el pasado (save) y yegamos a la rastra hasta la costa. Esa que vaila con los ojos en el fondo, soy yo!, del agua? del cielo? soy yo, no lo vés? no me ves? Ese grumo celeste horizontal es minado, la ola que sea cerca? Gurtu & Making Music y el piano Barthèsyano basado en sigur ros.

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