5.3.06

Parado en una lengua

raúl - foto de roberto aguirre molina

II.


Camino en la lumbre para no estar tan acompañado, ¿quién me ha tocado?, porque alguien me ha tocado. Porque he sentido salir fuerza de mí. Precavido, evitando los destellos; el vicio es como la humedad. La tranquilidad es como la arena. Pensar es como el pasto. Caminar no es cabalgar. Remixar, ser para otro. Jugar libre de la mente con todos los dedos y cortar sólo uno: El que ha elegido el mundo de la ficción en donde vivir.

Palabras dispersas en lo largo de nosotros, se hizo la noche para justificar un cuerpo:

Un recuerdo: La Mosca Que A Mi Padre Le Comía El Estómago En El Silencio De Su Cuerpo.
Su cuerpo era extranjero del dolor.
*
Escuchaba con atención mientras lo miraba, era mi yo desplegado: recuerdo lo extraño, un pasaje de su agonía: hoy es el que soy (Voy a mentir: palabras dispersas somos nosotros, espejos en el borde). Y por eso te escribo, para suplicarte que vengas a mí, y que me cures de la enfermedad que me atormenta, yo poseo una ciudad que es pequeña, pero honesta y que bastará para los dos.

*
Yo no sé si lo curaría (¿Somos hijos del fuego porque venimos de las tinieblas?). Como una hoguera en un frasco de sal, como de memoria. A mí me agrandaron los pies para caer, a mi me cortaron los labios para beber, a mi me dejaron parado en una lengua y no sé para qué.
(* roberto aguirre molina, del libro inédito: Coman).

mi padre

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